Miles de afganos no pudieron huir de los talibanes debido a las represalias británicas ‘caóticas’, dice denunciante

Su relato desafortunado pinta un cuadro del fracaso del gobierno británico en uno de los países occidentales. Crisis más urgentes En los últimos tiempos, y sugiere que la complacencia burocrática por parte del departamento puede haber tenido consecuencias peligrosas.

El personal, Rafael Marshall, dijo que el departamento estaba repleto de correos electrónicos de personas que buscaban ayuda de emergencia para huir de Afganistán. En ese momento, una gran multitud se había reunido en el aeropuerto de Kabul. Buscando seriamente una salida Las tropas estadounidenses del país se prepararon para retirarse y los talibanes capturaron la ciudad.

Marshall también criticó la estructura del Ministerio de Relaciones Exteriores, diciendo que a veces solo monitorea la bandeja de entrada del correo electrónico de las solicitudes de expulsión.

Cuando los colegas del personal eran un colega, dijo: “La gente estaba asustada cuando se les pedía que tomaran cientos de decisiones de vida o muerte que claramente no sabían nada sobre lo que estaba sucediendo”.

Marshall dijo que se estaban utilizando recursos clave para desalojar a los perros y trabajadores del aeropuerto y la ONG Nowzad por los derechos de los animales a pedido de ellos, a pesar de la capacidad limitada a pedido de Johnson.

“Hubo un intercambio directo entre la deportación de los animales de Nowzad y la expulsión de ciudadanos británicos y la expulsión de afganos, incluidos los afganos que habían servido con soldados británicos”, dijo.

El martes, Johnson negó con vehemencia haber ordenado los desalojos de Navsat y describió el reclamo como “una absoluta tontería”.

“La Operación Fitting, que evacua a 15.000 personas por vía aérea desde Kabul, es uno de los logros militares de los últimos 50 años o más, como lo hicimos en el verano”, agregó Johnson.

Marshall escribió: “Para el 21 de agosto es inevitable que la mayoría de los afganos apelen al Reino Unido para que se vaya, y algunos serán asesinados por los talibanes”. Recordó a cierto soldado afgano de alto rango que quería salir del país con su familia y un legislador conservador señaló su caso a la atención del departamento.

“Espero que esta familia no haya logrado ingresar al aeropuerto. La demora burocrática puede haber sido un factor”, escribió Marshall.

La respuesta de Robin a la crisis en Afganistán ya ha sido fuertemente criticada. Unas semanas más tarde fue destituido de su cargo.

Cuando se presentaron los casos de desalojo personal para la aprobación de Rob, Marshall escribió que “el Secretario de Estado tardó varias horas en involucrarse”. Cuando el ministro respondió, se le pidió que rediseñara algunas de las demandas, sugiriendo que “no entendía completamente la situación”.

“Había muy poco tiempo para que alguien entrara al aeropuerto, por lo que una demora le haría sugerir que no entendía la gran situación en el aeropuerto de Kabul () eligió al secretario de Relaciones Exteriores”, dijo Marshall.

Rob recibió previamente un aluvión de críticas mientras estaba de vacaciones en Grecia cuando los talibanes pusieron a Afganistán bajo su control. Poco antes de la caída de Kabul, pidió a un asistente que atendiera una llamada urgente con el ministro de Relaciones Exteriores afgano sobre la expulsión de traductores que habían trabajado con las Fuerzas Armadas Británicas. La llamada nunca sucedió.

Durante la reorganización en septiembre, Johnson degradó a Robb como Secretario de Justicia.

CNN se comunicó con la oficina de Robin para responder a las solicitudes. En una entrevista con la BBC el martes, Marshall se describió a sí mismo como un “oficial de oficina relativamente joven” y defendió la respuesta de su entonces departamento. “Hicimos lo que pudimos en las circunstancias más difíciles … Estados Unidos solo, con las naciones más grandes y la gente que trabaja para ellas, expulsó a tanta (gente)”, dijo Rob.

Un portavoz del gobierno del Reino Unido dijo a CNN en un comunicado: “Quince altos funcionarios han trabajado incansablemente para evacuar a más de 15.000 personas de Afganistán.

“La magnitud de la evacuación y las circunstancias desafiantes deben priorizar las decisiones y garantizar que se pueda ayudar a la mayor cantidad de personas posible … lamentablemente, no hemos podido evacuar a todos los que queríamos, pero nuestro compromiso con ellos es duradero”.